IMAGEN TOMADA DE http://www.wikillerato.org/Los_presocr%C3%A1ticos.html
Los primeros filósofos tratan de establecer un principio originario del cual
procede toda la realidad. A este sustrato último, origen y causa del cosmos y
elemento constitutivo de todos los seres que componen la fisis o naturaleza, lo
denominan arjé.
Las
respuestas a la pregunta sobre el arjé fueron diversas: monistas y pluralistas,
materialistas y espiritualistas, concretas y abstractas. Los principales
filósofos presocráticos son:
Tales
de Mileto (640-545 a.C).- Es considerado como el primero de los filósofos.
Para Tales, el arjé es el agua, principio de vida y elemento
originario que se encuentra en todos los seres naturales.
Anaximandro
(610-545 a.C).- El arjé es un principio eterno de carácter inmaterial,
indefinido, abstracto, denominado apeiron, que se traduce por “lo
indeterminado”.
Anaxímenes.- Vuelve a instaurar
un sustrato material, el aire, principio vital y originario del
cosmos. Mediante dos procesos opuestos (condensación o espesamiento y
rarefacción o adelgazamiento) se constituyen todos los elementos: roca, tierra,
agua, nubes, aire, fuego.
Pitágoras ( Hacia 530 a.C).- Formó una
escuela centrada fundamentalmente en la investigación matemática. Los
pitagóricos consideraron que el arjé no es un sustrato de carácter material, ni
tampoco indeterminado o indefinido, sino que se trata de un principio formal
abstracto: el número. Todos los seres se reducen a números, y todo
el conjunto de la fisis se compone en última instancia de números, los cuales
explican toda la realidad.
Anaxágoras
(500-428 a.C).- Propone un arjé de tipo
espiritual. El orden está presidido por el nous (entendimiento,
razón), que domina toda la naturaleza, la cual está compuesta de pequeñísimas
partículas elementales (homeomerías), que en un principio se encontraban
dispersas, mezcladas caóticamente, hasta que fueron ordenadas por la fuerza
exterior y suprema del nous o inteligencia ordenadora, que imprimió a la
materia caótica y eterna un movimiento de remolino, quedando formado el cosmos.
Leucipo
y Demócrito (460-370 a.C).- La naturaleza se encuentra formada por un
número infinito de elementos ínfimos e indivisibles, llamados átomos,
que constituyen el arjé y que se mueven eternamente en el vacío. Los átomos
presentan diversas formas, y de su combinación surge la pluralidad.
Empédocles
( 490-430 a.C).- El arjé lo constituyen los cuatro elementos: tierra, agua,
aire y fuego.
HERÁCLITO
DE ÉFESO (546- 480 a.C).- El arjé es el fuego. El universo es
fuego eterno, que conforme a cierta medida y proporción se enciende y apaga.
Esta medida es el Logos o explicación racional, con el cual se manifiesta el
orden y armonía del cosmos, las leyes que determinan la unidad y lucha de contrarios.
Es el principio explicativo y rector del universo y de su devenir constante,
debiendo dirigirse toda investigación al conocimiento del Logos.
Heráclito concibe
al universo en constante cambio y transformación, continuo devenir y hacerse, llegar
a ser, mediante una lucha de contrarios o dialéctica: "la
guerra es padre de todas las cosas". Afirma que "todo
fluye" (panta rei), de manera que no es posible bañarse
dos veces en las aguas del mismo río. Este devenir dialéctico no se realiza de
modo caótico ni azaroso, sino regido y ordenado por las leyes del Logos.
PARMÉNIDES
DE ELEA (540-470 aC).- La oposición radical a la concepción heraclitiana
está representada por la escuela eléata, cuyo fundador Parménides distingue
entre dos caminos o vías de conocimiento e investigación: la verdad y la
opinión.
A) Vía de la verdad: Según
esta vía, no hay devenir, sino Ser. El Ser es, y el no-Ser no es,
resultando imposible el tránsito del Ser al no-Ser o a la inversa, del no-Ser
al Ser. Tanto el pensamiento como la expresión tienen por objeto el Ser: "Lo
mismo es el pensar y el Ser”.Las características propias del Ser son las
siguientes:
El Ser es eterno e infinito, ya que no tiene
principio ni fin ni limitación alguna.
El Ser es inmutable y estático, ya que si cambiase
dejaría de ser lo que es para pasar a ser otro, y entonces sería y no sería a
la vez, lo cual es imposible. Por tanto, se niega la posibilidad de cambio o
movimiento en el ámbito del Ser.
El Ser es uno, indivisible, completo o
continuo, sin vacío, perfecto y acabado, negando por tanto la pluralidad
de seres.
B) Vía de la opinión: Por
el contrario, la vía de la opinión o doxa se centra en las
transformaciones del mundo, que solo son mera apariencia o variación, la cual
no existe desde el punto de vista del Ser. La vía de la opinión radica
en las sensaciones, en los sentidos, que captan las transformaciones del mundo
e interpretan los cambios como un llegar a ser, y en ello radica su error, ya
que el Ser no puede darse a los sentidos, no es perceptible, sino que se da en
el nous (entendimiento, razón), y solo es
inteligible mediante el nous.
Un
discípulo de Parménides, Zenón de Elea, elabora curiosos
argumentos, paradojas o aporías, para defender las tesis de su maestro
Parménides acerca de la imposibilidad del movimiento (Aquiles y la tortuga, La
flecha y la diana, etc).
TEXTO TOMADO DE http://bachiller.sabuco.com/filosofia/hfilosofia/de_los_fil%C3%B3sofos_presocraticos_a.htm
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