martes, 31 de marzo de 2015

EL ARGE PARA LOS PRESOCRÁTICOS

ONTOLOGÍA PRESOCRÁTICA..
IMAGEN TOMADA DE http://www.wikillerato.org/Los_presocr%C3%A1ticos.html     

Los primeros filósofos tratan de establecer un principio originario del cual procede toda la realidad. A este sustrato último, origen y causa del cosmos y elemento constitutivo de todos los seres que componen la fisis o naturaleza, lo denominan arjé.
    Las respuestas a la pregunta sobre el arjé fueron diversas: monistas y pluralistas, materialistas y espiritualistas, concretas y abstractas. Los principales filósofos presocráticos son:
 Tales de Mileto (640-545 a.C).- Es considerado como el primero de los filósofos. Para Tales, el arjé es el agua, principio de vida y elemento originario que se encuentra en todos los seres naturales.
 Anaximandro (610-545 a.C).- El arjé es un principio eterno de carácter inmaterial, indefinido, abstracto, denominado apeiron, que se traduce por “lo indeterminado”.
 Anaxímenes.- Vuelve a instaurar un sustrato material, el aire, principio vital y originario del cosmos. Mediante dos procesos opuestos (condensación o espesamiento y rarefacción o adelgazamiento) se constituyen todos los elementos: roca, tierra, agua, nubes, aire, fuego.
 Pitágoras ( Hacia 530 a.C).- Formó una escuela centrada fundamentalmente en la investigación matemática. Los pitagóricos consideraron que el arjé no es un sustrato de carácter material, ni tampoco indeterminado o indefinido, sino que se trata de un principio formal abstracto: el número. Todos los seres se reducen a números, y todo el conjunto de la fisis se compone en última instancia de números, los cuales explican toda la realidad.
Anaxágoras (500-428 a.C).- Propone un arjé de tipo espiritual. El orden está presidido por el nous (entendimiento, razón), que domina toda la naturaleza, la cual está compuesta de pequeñísimas partículas elementales (homeomerías), que en un principio se encontraban dispersas, mezcladas caóticamente, hasta que fueron ordenadas por la fuerza exterior y suprema del nous o inteligencia ordenadora, que imprimió a la materia caótica y eterna un movimiento de remolino, quedando formado el cosmos.
 Leucipo y Demócrito (460-370 a.C).- La naturaleza se encuentra formada por un número infinito de elementos ínfimos e indivisibles, llamados átomos, que constituyen el arjé y que se mueven eternamente en el vacío. Los átomos presentan diversas formas, y de su combinación surge la pluralidad.
 Empédocles ( 490-430 a.C).- El arjé lo constituyen los cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego.
 HERÁCLITO DE ÉFESO (546- 480 a.C).- El arjé es el fuego. El universo es fuego eterno, que conforme a cierta medida y proporción se enciende y apaga. Esta medida es el Logos o explicación racional, con el cual se manifiesta el orden y armonía del cosmos, las leyes que determinan la unidad y lucha de contrarios. Es el principio explicativo y rector del universo y de su devenir constante, debiendo dirigirse toda investigación al conocimiento del Logos.
        Heráclito concibe al universo en constante cambio y transformación, continuo devenir y hacerse, llegar a ser, mediante una lucha de contrarios o dialéctica: "la guerra es padre de todas las cosas". Afirma que "todo fluye" (panta rei), de manera que no es posible bañarse dos veces en las aguas del mismo río. Este devenir dialéctico no se realiza de modo caótico ni azaroso, sino regido y ordenado por las leyes del Logos.
 PARMÉNIDES DE ELEA (540-470 aC).- La oposición radical a la concepción heraclitiana está representada por la escuela eléata, cuyo fundador Parménides distingue entre dos caminos o vías de conocimiento e investigación: la verdad y la opinión.
 A) Vía de la verdad: Según esta vía, no hay devenir, sino Ser. El Ser es, y el no-Ser no es, resultando imposible el tránsito del Ser al no-Ser o a la inversa, del no-Ser al Ser. Tanto el pensamiento como la expresión tienen por objeto el Ser: "Lo mismo es el pensar y el Ser”.Las características propias del Ser son las siguientes:
El Ser es eterno e infinito, ya que no tiene principio ni fin ni limitación alguna.
El Ser es inmutable y estático, ya que si cambiase dejaría de ser lo que es para pasar a ser otro, y entonces sería y no sería a la vez, lo cual es imposible. Por tanto, se niega la posibilidad de cambio o movimiento en el ámbito del Ser.
El Ser es uno, indivisible, completo o continuo, sin vacío, perfecto y acabado, negando por tanto la pluralidad de seres.
 B) Vía de la opinión: Por el contrario, la vía de la opinión o doxa se centra en las transformaciones del mundo, que solo son mera apariencia o variación, la cual no existe desde el punto de vista del Ser. La vía de la opinión radica en las sensaciones, en los sentidos, que captan las transformaciones del mundo e interpretan los cambios como un llegar a ser, y en ello radica su error, ya que el Ser no puede darse a los sentidos, no es perceptible, sino que se da en el nous   (entendimiento, razón), y solo es inteligible mediante el nous.

             Un discípulo de Parménides, Zenón de Elea, elabora curiosos argumentos, paradojas o aporías, para defender las tesis de su maestro Parménides acerca de la imposibilidad del movimiento (Aquiles y la tortuga, La flecha y la diana, etc).

TEXTO TOMADO DE http://bachiller.sabuco.com/filosofia/hfilosofia/de_los_fil%C3%B3sofos_presocraticos_a.htm

DEFINICIÓN DE ONTOLOGÍA

Ontología

Es la parte de la filosofía que investiga en qué consiste el ser y cuáles son los ámbitos o regiones del ser fundamentales.
IMAGEN TOMADA DE https://www.google.com.co/search?q=ontologia&es_sm=93&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ei=58EaVZI_

      Aunque este término se introduce en el siglo XVIII para indicar la ciencia del ser en general (lo que Aristóteles llamó “filosofía primera” y luego recibió el nombre de metafísica), la ontología ha sido una disciplina practicada por los filósofos desde el comienzo mismo de su historia.
      La ontología es la disciplina filosófica más importante. El resto de disciplinas (antropología, teoría del conocimiento, teología racional...) dependen de un modo u otro de ella. Etimológicamente la ontología se puede definir como el logos o conocimiento del ente. Y de forma técnica se la suele definir como la ciencia del ente en tanto que ente. Ente es todo aquello que tiene ser; del mismo modo que llamamos estudiante a todo persona que estudia, o amante al que ama, ente es el término que podemos utilizar para referirnos a las cosas en la medida en que éstas poseen ser. Desde este punto de vista las piedras, los animales, las personas, Dios mismo son entes puesto que poseen algún tipo de ser, aunque cada uno a su manera. Los objetos matemáticos e incluso los meramente imaginados también tienen un ser (estos últimos un ser ficticio o irreal). 
      Todas las ciencias o saberes se refieren o estudian los entes, unas los entes físicos, como las ciencias físicas, otra los entes matemáticos, como la matemática, otra los seres vivos, como la biología; pero se fijan en un aspecto particular de cada objeto que estudian: la física estudia los seres físicos como las piedras y también el cuerpo humano en la medida en que tienen dimensiones físicas; los biólogos, por el contrario, estudian también al hombre pero en la medida en que está dotado de ciertas actividades y funciones que llamamos vitales. La ontología también estudia las piedras, los animales, los números, los hombres, pero fijándose en su ser, y trata de establecer la dimensión o característica esencial que les define de ese modo y no de otro. Esto es lo que quiere indicarse con la segunda parte de la definición técnica de la ontología: la ciencia o saber relativa al ente en tanto que ente, en tanto que dicho ente tiene o participa de alguna modalidad de ser. En este sentido, la ontología es la ciencia más universal de todas puesto que se refiere a la totalidad de las cosas y no hay nada que no caiga bajo su consideración. 
      Se han dado distintas respuestas a las preguntas básicas de la ontología (en qué consiste ser y cuáles son los seres fundamentales); así, por ejemplo, para Platón el ser consiste en ser eterno, inmaterial, inmutable y racional, y los seres son de forma plena las Ideas; para Santo Tomás el ser consiste en ser eterno, infinito y dotado de consciencia y voluntad, y el ser pleno es Dios; para Nietzsche el ser consiste en cambio, temporalidad, nacimiento y muerte e irracionalidad y los seres son los objetos del mundo fugaz de los sentidos.
Aunque desde el comienzo de la filosofía todos los filósofos defendieron una u otra tesis ontológica, se suele indicar que es Parménides realmente el primero que de forma explícita tiene un discurso ontológico, convirtiéndose así en el padre de la ontología. 

TOMADO DE http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiagriega/Presocraticos/Ontologia.htm

domingo, 15 de marzo de 2015

PASOS PARA HACER UN ENSAYO FILOSÒFICO

    1. ¿Qué se hace en un ensayo filosófico?
IMAGEN TOMADA DE https://www.google.com.co/search?q=como+redactar+un+ensayo+filosoficos&biw=

    
Guía para escribir un trabajo filosófico
James Pryor 
    
1.1. Un ensayo filosófico consiste en la defensa de alguna tesis
Tu ensayo debe ofrecer algún argumento. No puede consistir en el mero informe de tus opiniones, ni en el miro informe de las opiniones de los filósofos que discutimos. Tienes que defender las afirmaciones que haces. Tienes que ofrecer razones para creerlas. Así que no puedes simplemente decir:
- Opino que P
Debes decir algo así:
- Opino que P. Y creo esto porque ...
o:
- Entiendo que las siguientes consideraciones ... ofrecen un argumento convincente para P.
Igualmente, no digas:
- Descartes dice que Q.
En lugar de ello, di algo así:
- Descartes dice que Q; sin embargo, el siguiente experimento-mental muestra que Q no es cierto ...
o:
- Descartes dice que Q. Encuentro que esta afirmación es plausible, por las siguientes razones ...
(Más aún. Las ideas de los grandes filósofos han sido fuertemente comentadas e interpretadas. Muchas veces, la tesis principal de tu trabajo será la defensa de cierta interpretación de cierta idea que quieres atribuir a Descartes. La defensa de que así o asá piensa Descartes deberá ser igualmente argumentada, con apoyos textuales, desde argumentos de coherencia y teniendo en cuenta las interpretaciones contrarias y defendiendo su implausibilidad.)
Hay una variedad de fines que un trabajo filosófico puede querer llevar a cabo. Generalmente se empieza poniendo sobre la mesa alguna tesis o los argumentos en consideración. Entonces se procede haciendo algo de lo siguiente:
- Criticar el argumento; o mostrar que ciertos argumentos en defensa de la tesis no son buenos
- Defender el argumento o la tesis contra la crítica de otros
- Ofrecer razones para creer la tesis
- Ofrecer contra-argumentos a la tesis
- Contrastar la fuerza o la debilidad de dos puntos de vista contrapuestos sobre la tesis
- Dar ejemplos que ayuden a explicar la tesis, o a hacerla más plausible
- Argumentar que ciertos filósofos se ven obligados a aceptar la tesis dadas sus otras ideas, aunque no acepten la tesis en cuestión explícitamente
- Discutir las consecuencias que tendría la tesis, de ser cierta
- Revisar la tesis a la luz de alguna objeción
1.2. Un buen trabajo filosófico es modesto y defiende una idea pequeña
Pero la defiende clara y sencillamente, y ofrece buenos argumentos en su defensa.
La gente a menudo se propone demasiado en un trabajo filosófico. El resultado habitual de esto es un trabajo que es arduo de leer, y que está lleno de tesis defendidas inadecuadamente y explicadas pobremente. Así que no seas demasiado ambicioso. No intentes establecer ninguna conclusión apabullante o que tambalee cimientos, en tu ensayo de 5 o 6 páginas. Hecha de forma apropiada, la filosofía se mueve despacio.
1.3. Originalidad o pensamiento crítico
El objetivo de estos ensayos es que demuestres que has entendido el material y que eres capaz de pensar críticamente sobre él. Para lograr esto, tu trabajo debe mostrar algún tipo de pensamiento propio. Un ensayo modelo será muy claro y directo (ver más abajo), será exacto cuando atribuya opiniones a otros filósofos (ver más abajo), y contendrá respuestas críticas y concienzudas a los textos que leemos. 
2. Tres fases al escribir
2.1. Primeros pasos
Empieza a trabajar pronto
Los problemas filosóficos y la escritura filosófica requieren una reflexión cuidada y extensa. No esperes a las dos o tres noches antes de debas entregar tu trabajo para empezar. Eso es una estupidez. Escribir un buen ensayo filosófico supone un montón de preparación. Necesitas dejar tiempo suficiente para pensar sobre el tema y escribir un esquema detallado. Sólo entonces debes sentarte a escribir un borrador completo. Una vez tengas el borrador completo, debes dejarlo por un día o dos. Entonces vuelve a él y re-escríbelo. Varias veces. Al menos 3 ó 4. Si puedes, muéstraselo a tus amigos y comprueba sus reacciones. ¿Comprenden tu idea principal? ¿Hay partes del borrador que no están claras o les parecen confusas?
Todo esto supone tiempo. Así que debes empezar a trabajar en tu ensayo tan pronto como los temas hayan sido asignados.
Discute los temas con otros
Así que es bueno discutir los problemas que tratamos en clase con los demás, y con amigos que no están en la misma clase. Esto te ayudará a comprender mejor los problemas, y te hará ver las cosas que aún no comprendes del todo.
Es muy útil discutir con otros lo que quieres argumentar en tu ensayo. Cuando tengas tus ideas lo suficientemente trabajadas como para poder explicárselas a otros, entonces está preparado para sentarte y empezar a hacer un esquema.
Haz un esquema
Antes de empezar a escribir un borrador, necesitas reflexionar sobre algunas preguntas: ¿En qué orden deberías explicar los distintos términos y posiciones que vas a discutir? ¿En qué momento deberías presentar la posición o argumentos de tu oponente? ¿En qué orden deberías presentar tus críticas a tu oponente? ¿Alguna de las tesis que defiendes presupone la discusión de alguna otra primero? Etc. La claridad total de tu trabajo dependerá enormemente de su estructura. Por eso es importante pensar sobre estas cuestiones antes de empezar a escribir. Te recomiendo encarecidamente que hagas un esquema o esbozo de tu trabajo, y de los argumentos que vas a presentar, antes de que empieces a escribir.  Si el esquema es bueno, el resto del proceso de escritura será mucho más sencillo.
2.2. Escribe un borrador
Una vez que has pensado sobre el argumento, y escrito un esquema para tu ensayo, estás preparado para sentarte a escribir un borrador completo.
Usa un prosa sencilla. No apuestes por la literatura elegante. Usa una prosa directa, sencilla. Mantén tus oraciones y párrafos cortos. Usa palabras familiares. Los problemas son los suficientemente difíciles y profundos para que tú encima los embarres más con un lenguaje pretencioso y verboso. No escribas con un lenguaje que no usarías en una conversación: si no lo dirías, no lo escribas. En las clases, encontrarás muchas veces filósofos cuya escritura es oscura y complicada. Todo el mundo que la lee la encuentra difícil y frustrante. Los autores en cuestión son importantes filosóficamente a pesar de su mala escritura. Así que no intentes imitar sus estilos de escribir.
Haz que la estructura de tu trabajo resulte obvia. Debes hacer la estructura de tu trabajo obvia para el lector. Tu lector no debería hacer ningún esfuerzo para verla. Dale con ella en la cabeza.
¿Cómo hacerlo?
Para empezar, usa conectivas, como:
- porque, puesto que, dado este argumento
- así, por consiguiente, por lo tanto, se sigue que, entonces
- sin embargo, pero
- en primer lugar, por otro lado 
Éstas ayudarán a tu lector a seguir el hilo de tu discusión, a dónde quieres llegar. (Asegúrate de que usas estas palabras correctamente! Si dices "P. Por tanto Q." entonces estás diciendo que P es una buena razón para aceptar Q. Mejor que tengas razón. Si no la tienes, me quejaré. No pongas un "así" o un "por lo tanto" para hacer que el hilo de tu pensamiento parezca más lógico de lo que en realidad es.
Otra forma de ayudar a que la estructura de tu ensayo sea obvia es decirle al lector lo que has hecho hasta ahora y lo que vas a hacer en seguida. Puedes decir cosas como:
- Empezaré por ...
- Antes de decir qué es lo que está mal en este argumento, quiero ...
- Estos pasajes sugieren que ...
- Defenderé ahora esta idea ...
- Esta afirmación también encuentra apoyo en ...
- Por ejemplo ....
 
Todos estos marcadores señalan una diferencia sustancial. Considera los siguientes fragmentos de dos ensayos:
... Acabamos de ver cómo X dice que P.
Presentaré ahora dos argumentos a favor de no-P. 
Mi primer argumento es ...
Mi segundo argumento a favor de no-P es ...
X podría responder a mis argumentos en distintas formas. Por ejemplo, podría decir que ...
Sin embargo esta respuesta yerra, porque ...
Otra forma en la que X podría responder a mis argumentos es afirmando que ...
Esta estrategia también falla, porque ... 
Así que hemos visto cómo ninguna de las réplicas de X a mis argumentos a favor de no-P es apropiada. Por tanto, deberíamos rechazar la tesis de X de que P.
Argumentaré a favor de la tesis que Q.
Hay tres razones para creer Q. Primera ... Segunda .... Tercera ....
La objeción más fuerte contra Q dice que ...
Sin embargo, esta objeción no es buena, por la siguiente razón ....
 
Sé conciso. No se trata de divagar sobre todo lo que sabes sobre un tema dado, intentando demostrar cuánto sabes y lo listo que eres. Los problemas y las preguntas son específicas, y deberías asegurarte de que tratas ese problema particular. Formula el problema o la cuestión principal a la que deseas enfrentarte al comienzo de tu trabajo, y mantenla en mente todo el tiempo. No debe haber nada en tu ensayo que no trate directamente ese problema. Desecha todo lo demás. Siempre es mejor concentrarse en uno o dos puntos y desarrollarlos en profundidad que intentar engullir demasiado. Uno o dos senderos bien dibujados son mejores que una jungla impenetrable.
Por "explícate en profundidad" quiero decir que, cuando tienes una buena idea, no debes simplemente lanzarla en una oración. Explícala; pon un ejemplo; deja claro cómo la idea ayuda en tu argumento.
Haz como si tu lector no hubiese leído el material que estás discutiendo, y no ha dedicado mucho tiempo al problema de antemano.
Pon un montón de ejemplos y definiciones. Es muy importante poner ejemplos en un ensayo filosófico. Muchas de las afirmaciones que los filósofos hacen son muy abstractas y difíciles de comprender, y los ejemplos son la mejor forma de aclarar estas afirmaciones.
En un ensayo filosófico, está bien usar palabras de modos diferentes a los modos en que se usan comúnmente. Simplemente tienes que dejar claro que lo estás haciendo. Por ejemplo, algunos filósofos usan la palabra "persona" para significar cualquier ser que es capaz de pensamiento racional y autoconsciencia. Así entendido, animales como las ballenas o los chimpancés podrían contar como "personas." Ese no es el modo en que usamos habitualmente "persona"; comúnmente sólo llamamos persona a un ser humano. Pero está bien usar así "persona" si explícitamente dices lo que con ello significas. Y lo mismo para otras palabras.
No cambies de vocabulario simplemente por variar. Si llamas algo "X" al comienzo de tu ensayo, llámalo "X" todo el rato. Así, por ejemplo, no empieces hablando de "la idea de Platón del yo", y luego cambies a "la idea de Platón delalma", y luego cambies a "la idea de Platón de la mente". Si quieres hablar de lo mismo en los tres casos, entonces llámalo por el mismo nombre. En filosofía, un cambio ligero en el vocabulario es generalmente indicativo de que intentas especificar algo nuevo.
Usa palabras con sentido filosófico preciso. Los filósofos dan a muchas palabras que parecen comunes sentido técnicos precisos. Consulta diccionarios de filosofía para asegurarte de que estás usando las palabras correctamente. No uses palabras que no entiendes completamente. Usa tecnicismos filosóficos sólo cuando los necesites. No necesitas explicar términos filosóficos generales, como "argumento válido" y "verdad necesaria" [a menos que tu trabajo verse precisamente sobre estos conceptos]. Pero debes explicar cualquier término técnico que uses que tenga que ver con el tema específico que estás discutiendo.
 Presentando y valorando las ideas de otros. Si tu plan es discutir las ideas del filósofo X, empieza por comprender cuáles son sus argumentos o sus presupuestos principales. Sólo después pregúntate: ¿Son los argumentos de X buenos? ¿Están sus presupuestos claramente establecidos? ¿Son plausibles? ¿Son puntos de partida razonables para el argumento de X, o debería haber ofrecido argumentos independientes para ellos?
En tu trabajo, siempre debes explicar lo que una posición dice antes de criticarla. Pero no intentes contarle al lector todo lo que sabes sobre las ideas de X. También tienes que ofrecer tu propia contribución filosófica. Sólo resume aquellas partes de las ideas de X que son directamente relevantes para lo que vas a hacer.
Paráfrasis. Algunas veces cuando los estudiantes intentan explicar las ideas de un filósofo, lo harán parafraseando de forma muy próxima las palabras del propio filósofo. Cambiarán algunas palabras, omitirán otras, pero en general permanecerán cercanos al texto original. Por ejemplo, Hume comienza El tratado sobre la naturaleza humana así:
"Todas las percepciones de la mente humana se reducen a dos clases distintas, que denominaré impresiones e ideas. La diferencia entre ambas consiste en los grados de fuerza y vivacidad con que inciden sobre la mente y se abren camino en nuestra mente o conciencia. A las percepciones que entran con mayor fuerza y violencia las podemos denominar impresiones; e incluyo bajo este nombre todas nuestras sensaciones, pasiones y emociones tal y como hacen su primera aparición en el alma. Por idea sentiendo las imágenes débiles de las impresiones, cuando pesamos y razonamos."
Este es un ejemplo de cómo no quieres parafrasear:
"Hume dice que todas las percepciones de la mente se dividen en dos tipos, impresiones e ideas. La diferencia está en cuanta fuerza y viveza tienen en nuestros pensamientos y consciencia. Las percepciones con más fuerza y violencia son impresiones. Estas son sensaciones y emociones. Las ideas son imágenes débiles de nuestro pensamiento y razonamiento."
Hay dos grandes problemas con paráfrasis de este tipo. En primer lugar, se hace más bien mecánicamente, así que no demuestra si el autor entiende el texto. En segundo lugar, puesto que el autor no ha pensado suficientemente bien en sus propias palabras lo que el texto significa, se corre el riesgo de que la paráfrasis cambie el sentido del texto. En el ejemplo, Hume dice que las impresiones "se abren camino en nuestra mente" con mayor fuerza y vivacidad que las ideas. Mi paráfrasis dice que las impresiones tienen mayor fuerza y vivacidad "en nuestros pensamientos". No está claro que éstas sean la misma cosa. Además, Hume dice que las ideas son imágenes débiles de impresiones; mientras mi paráfrasis dice que las ideas son imágenes débiles de nuestro pensamiento. Esto no es lo mismo. Así que el autor de la paráfrasis parece que no ha entendido lo que Hume decía en el pasaje original.
Una forma mucho mejor de explicar lo que Hume dice sería la siguiente:
"Hume dice que hay dos tipos de 'percepciones', o estados mentales. Las llama impresiones e ideas. Una impresión es un estado mental muy 'vivo', como la impresión sensorial que uno tiene cuando mira una manzana roja. Una idea es un estado mental menos 'vivo', como la idea que uno tiene de una manzana mientras simplemente piensa en ella, más que cuando la mira. No está claro qué quiere decir Hume aquí con 'vivo'. Podría significar ..."
2.3. Escribe, y sigue re-escribiendo
Ahora ya has escrito un borrador completo de tu trabajo. Déjalo a un lado por un día o dos.
Vuelve entonces al borrador y reléelo. Mientras lees cada oración, hazte las siguientes preguntas: "¿De verdad esto tiene sentido? "Esto no queda nada claro" "Esto suena pretencioso" "¿Qué significa esto?" "¿Cuál es la conexión entre estas dos oraciones?" "¿No me estoy simplemente repitiendo con esto?" y así.
Asegúrate de que cada oración de tu borrador sirve para algo claro. Deshazte de todas las que no lo hagan. Si no puedes decidir cómo una oración dada contribuye a la discusión central, líbrate de ella. Incluso aunque suene bien. No debes introducir nunca nuevas ideas en tu trabajo a menos que sean importantes para el argumento principal, y tengas espacio suficiente para explicarlas de verdad.
Si no estás contento con alguna oración del borrador, pregúntate porqué te molesta. Podría ser que no la entiendes en realidad, o que no crees en ella de verdad.
Asegúrate de que tus oraciones dicen exactamente lo que quieres que digan. Por ejemplo, supongamos que escribes "Abortar es lo mismo que matar". ¿Es eso lo que quieres decir? Así que cuando Oswald mató a Kennedy, ¿fue lo mismo que abortar a Kennedy? ¿O quieres decir otra cosa? Quizás quieras decir que abortar es una forma de matar. En una conversación puedes esperar que la gente entienda lo que quieres decir. Pero no deberías escribir de ese modo. Incluso si tu evaluador puede entender lo que quieres decir, está mal escrito. En prosa filosófica, debes asegurarte de decir exactamente lo que quieres decir.
Presta también atención a la estructura de tu borrador. Cuando revises un borrador, es mucho más importante trabajar en la estructura y claridad general, que aclarar una frase o palabra aquí o allá. Asegúrate de que tu lector sabe cuál es tu tesis principal, y cuáles son tus argumentos para esa tesis. Asegúrate de que tu lector puede decir cuál es la idea de cada párrafo. No basta que tú lo sepas. Tiene que ser obvio para tu lector, incluso para un lector perezoso, tonto y malintencionado.
Otra buena forma de corregir tu borrador es leerlo en alto. Esto te ayudará a ver si tiene sentido. Puede que sepas lo que quieres decir, pero eso podría no ser lo que has escrito. Leer en alto te puede ayudar a ver agujeros en el razonamiento, digresiones, y prosa poco clara.
Deberías contar con escribir muchos borradores de tu trabajo. Al menos 3 ó 4. Comprueba la siguiente página en la red, que ilustra cómo revisar un artículo corto de filosofía a través de varios borradores. Fíjate cómo mejora el trabajo en cada revisión:
3. Detalles menores
Empezando tu trabajo. No empieces con una oración como "Desde siempre la humanidad se ha preguntado por el problema de..." No hay necesidad de precalentamiento. Deberías ir directo al problema desde el primer enunciado.
Igualmente, no empieces con una oración como "El diccionario de la RAE define alma como ..." Los diccionarios (generales) no son buenas autoridades filosóficas. Simplemente recogen el modo en que las palabras se usan en el discurso ordinario. Muchas de las mismas palabras tiene significados diferentes, especializados, en filosofía. 
Gramática
- No uses la palabra 'cosa'. Debes escoger muy bien las palabras. Recuerda que en filosofía cada palabra tiene su significado específico filosófico.
- Usa 'yo' para hablar de tus ideas; no uses 'nosotros'. Haciéndolo, uno se responsabiliza de lo que afirma. Además, esclarece la discusión, ayudando a diferenciar tus ideas de las ideas de aquellos a quienes discutes o comentas.
- Es lícito empezar ciertos enunciados con 'pero' o 'y'. Muchas veces ayudan a seguir la discusión y la argumentación.
Lecturas secundarias. No es necesario que lees más de los textos dados en clase. La razón de las lecturas es enseñarte a analizar un argumento filosófico y a presentar tus propios argumentos a favor o en contra de alguna conclusión. Los argumentos que consideraremos en clase son suficientemente difíciles como para merecer tu atención completa para ellos solos.
¿Puedes escribir tu ensayo en forma de diálogo o cuento? No. Bien hechas, estas formas puedes ser muy efectivas en filosofía. Pero es extremadamente difícil utilizarlas bien. Tienden a hacer al autor impreciso y a usar metáforas no muy claras. Necesitas manejar bien la forma ordinaria de escribir en filosofía antes de que puedas hacer un buen trabajo con estas otras formas.
Forma. Procura que tu ensayo tenga un número de palabras menor o igual que el se te ha asignado. Los ensayos largos son generalmente demasiado ambiciosos, o repetitivos o llenos de digresiones. La evaluación de tu ensayo se verá afectada si tiene estos defectos. Así que es importante que te preguntes a ti mismo: ¿Qué es lo más importante que tengo que decir? ¿Qué puedo dejar de lado?
Pero tampoco debes escribir un ensayo demasiado corto. No cortes un argumento abruptamente. Si el tema que has elegido para tu ensayo pide responder ciertas cuestiones, asegúrate de que las respondes o las tratas de algún modo.
Por favor, escribe a doble espacio, enumera las páginas, y deja márgenes grandes. Y simplemente grapa tu trabajo: no lo metas en plásticos, cartulinas, y demás.
No olvides poner tu nombre (y guardar una copia, por si tus ideas te pudiesen ser de utilidad en el futuro.)
Traducción de María José García Encinas

 Tomado de  http://www.ugr.es/~filosofia/recursos/innovacion/convo-2005/trabajo-escrito/guia-para-escribir-un-trabajo-filosofico.htm

¿CÓMO ESCRIBIR UN ENSAYO FILOSÓFICO?

Dr. Harry P. Reeder


IMAGEN TOMADA DE https://www.google.com.co/search?q=como+redactar+un+ensayo+filosoficos&espv=


¿Qué es lo que buscan los profesores en el ensayo filosófico de un alumno? Ellos quieren que Ud. muestre que ha pensado cuidadosamente sobre el tema de su ensayo, que ha examinado varios posibles puntos de vista sobre el tema y que ha decidido que un punto de vista es mejor que los otros. También, ellos quieren que Ud. presente las razones por las que prefiere este punto de vista, por medio de argumentos. ¿Cómo se puede demostrar este proceso de pensamiento en un ensayo? A continuación hay algunas sugerencias que le ayudarán a escribir un buen ensayo filosófico:
1. Un argumento es una afirmación o punto de vista (llamada la conclusión) que está soportado lógicamente por una serie de otras afirmaciones (llamadas las premisas). El argumento debe tener una estructura racional. Por ejemplo: "Prefiero X más que Y, porque X es más bello que Y" no es una respuesta aceptable (aunque quizás es una buena respuesta artística). Los razones que se ofrecen (en las premisas) tienen que ser relevantes y suficientes para establecer la conclusión. Un sumario del argumento (o punto de vista) de un autor no es un argumento, ni a favor ni contra este argumento (o punto de vista). Igualmente, una serie de preguntas (a menudo llamado preguntas retóricas, porque insinúan pero no demuestran la conclusión) NO es un argumento. 
2.  Restrinja sus afirmaciones. Si afirma algo demasiado o hace muchas afirmaciones, quizás no podrá soportarlo. (¡Y aquí hay que tener en cuenta el tamaño del ensayo!) 
3.  Escriba sus afirmaciones claramente. (¡cuidado! Muchos estudiantes no escriben con suficiente claridad). 
4.  Presente su soporte racional más fuerte (argumento) para su afirmación central (conclusión), y hágalo por varios fases de investigación. (Y otra vez, hay que tener en cuenta el tamaño del ensayo). 
5.  Muestre que ha considerado seriamente la posibilidad de que su propia afirmación podría ser falsa. Recuerde que la filosofía es un procesodialéctico, en el que un planteamiento se aclara por la confrontación con otros planteamientos. Una táctica útil es mencionar objeciones posibles a su propio planteamiento, y luego contestar a ellas. Otra táctica útil es presentar otro planteamiento -a menudo un planteamiento popular, o que aparece obvio (sin investigación)- y luego demostrar por qué su planteamiento es mejor. 
6. Muestre que entiende las limitaciones de su afirmación. Asegúrese que puede mostrar lo que su afirmación no muestra, igual que lo que  muestra.
7. El ensayo debe mantenerse, independiente de lo que fue dicho en la aula. Escriba todos los pasos del argumento, y no espere que el lector tenga que añadir nada a lo que ha escrito, para terminar el argumento. 
8. ¡NO ENTREGUE AL PROFESOR UN PRIMER BORRADOR! La escritura filosófica requiere el uso muy cuidadoso de palabras, y un nivel muy alto de claridad. Esto requiere el re-escribir. (Los profesores tienen olfato para detectar los primeros borradores). También es una buena idea leerle su ensayo a otros en voz alta, porque muchos errores y faltas de claridad se hacen visibles de esta manera. 
9. ¡El plagio no es permitido! Cada estudiante debe saber lo que es el plagio. Infracciones serán remitido a los autoridades universitarios para acciones disciplinarias. Consulta la clase en l’nea sobre el plagio de la biblioteca de UTA: 
10.   Todas las citas de materiales impresos (libros, libros de texto, periódicos, páginas del Internet, etc.) deben ser acompañadas por información completa de su origen.


TOMADO DE http://www.uta.edu/philosophy/faculty/reeder/ConsejoEnsayo.html

PRÓLOGO ÉTICA PARA AMADOR


Imagen tomada de: https://www.google.com.co/search?q=etica+para+amador&es_
PRÓLOGO
 A veces, Amador, tengo ganas de contarte muchas cosas. Me las aguanto, estate tranquilo, porque bastantes rollos debo pegarte ya en mi oficio de padre como para añadir otros suplementarios disfrazado de filósofo. Comprendo que la paciencia de los hijos también tiene un límite. Además, no quiero que me pase lo que a un amigo mío gallego que cierto día contemplaba pacíficamente el mar con su chaval de cinco años. El mocoso le dijo, en tono soñador: «Papi, me gustaría que saliéramos mamá, tú y yo a dar un paseo en una barquita, por el mar. » A mi sentimental amigo se le hizo un nudo en la garganta, justo encima del de la corbata: « ¡Desde luego, hijo mío, vamos cuando quieras!» «Y cuando estemos muy adentro -siguió fantaseando la tierna criatura- os tiraré a los dos al agua para que os ahoguéis. » Del corazón partido del padre brotó un berrido de dolor: « ¡Pero, hijo mío ... !» «Claro, papi. ¿Es que no sabes que los papás nos dais mucho la lata?» Fin de la lección primera. Si hasta un crío de cinco años puede darse cuenta de eso, me figuro que un gamberro de más de quince como tú lo tendrá ya requetesabido. De modo que no es mi intención proporcionarte más motivos para el parricidio de los ya usuales en familias bien avenidas. Por otro lado, siempre me han parecido fastidiosos esos padres empeñados en ser «el mejor amigo de sus hijos ». Los chicos debéis tener amigos de vuestra edad: amigos y amigas, claro. Con padres, profesores y demás adultos es posible en el mejor de los casos llevarse razonablemente bien, lo cual es ya bastante. Pero llevarse razonablemente bien con un adulto incluye, a veces, tener ganas de ahogarle. De otro modo no vale. Si yo tuviera quince años, lo que ya no es probable que vuelva a pasarme, desconfiaría de todos los mayores demasiado «simpáticos», de todos los que parece como si quisieran ser más jóvenes que yo y de todos los que me diesen por sistema la razón. Ya sabes, los que siempre están con que «los jóvenes sois cojonudos», «me siento tan joven como vosotros» y chorradas por el estilo. ¡Ojo con ellos! Algo querrán con tanta zalamería. Un padre o un profesor como es debido tienen que ser algo cargantes o no sirven para nada. Para joven ya estás tú. 9 De modo que se me ha ocurrido escribirte algunas de esas cosas que a ratos quise contarte y no supe o no me atreví. A un padre soltando el rollo filosófico hay que estarle mirando a la jeta, mientras se pone cara de cierto interés y se sueña con el liberador momento de correr a ver la tele. Pero un libro lo puedes leer cuando quieras, a ratos perdidos y sin necesidad de dar ninguna muestra de respeto: al pasar las páginas bostezas o te ríes si te apetece, con toda libertad. Como la mayor parte de lo que voy a decirte tiene mucho que ver precisamente con la libertad, es más propio para ser leído que para ser escuchado en sermón. Eso sí, tendrás que prestarme un poco de atención (aproximadamente la mitad de la que dedicas a aprender un nuevo juego de ordenador) y tener algo de paciencia, sobre todo en los primeros capítulos. Aunque comprendo que es poner las cosas bastante más difíciles, no he querido ahorrarte el esfuerzo de pensar paso a paso ni tratarte como si fueses idiota. Soy de la opinión, que no sé si compartirás, de que cuando se trata a alguien como si fuese idiota es muy probable que si no lo es llegue pronto a serlo... ¿De qué me propongo hablarte? De mi vida y de la tuya, nada más ni nada menos. 0 si prefieres: de lo que yo hago y de lo que tú estás empezando a hacer. En cuanto a lo primero, a lo que hago, quisiera contestarte por fin a una pregunta que me planteaste a bocajarro hace muchos años -ya ni te acordarás- y que en su día quedó sin respuesta. Debías tener unos seis años y pasábamos el verano en Torrelodones. Esa tarde, como las otras, yo estaba tecleando con desgana en mi Olivetti portátil, encerrado en mi cuarto, ante una foto de la cola de una gran ballena, erguida y chorreante sobre el mar azul. Os oía jugar a ti y a tus primos en la piscina; os veía correr por el jardín. Perdona la cursilada confidencial: me sentía pringoso de sudor y de felicidad. De pronto te llegaste hasta la ventana abierta y me dijiste: «Hola. ¿Qué estás maquinando?» Contesté cualquier bobada porque no era el caso de empezar a explicarte que intentaba escribir un libro de ética. Ni a ti te interesaba lo que pudiera ser la ética ni estabas dispuesto a prestarme atención durante mucho más de tres minutos. Quizá sólo querías que supiese que estabas ahí: ¡como si yo pudiera olvidarlo alguna vez, entonces o ahora! Pero ya te llamaban los otros y te fuiste corriendo. Yo seguí maquinando dale que te pego y es ahora, casi diez años más tarde, cuando me decido por fin a darte explicaciones sobre esa cosa rara, la ética, de la que me sigo ocupando. Un par de años más tarde y también en nuestro miniparaíso de Torrelodones, me contaste un sueño que habías tenido. ¿A que 10 tampoco te acuerdas? Estabas en un campo muy oscuro, como de noche, y soplaba un viento terrible. Te agarrabas a los árboles, a las piedras, pero el huracán te arrastraba sin remedio, igual que a la niña de El mago de Oz. Cuando ibas zarandeado por el aire, hacia lo desconocido, oíste mi voz («yo no te veía, pero sabía que eras tú», precisaste) diciendo: « ¡Ten confianza! ¡Ten confianza! » No sabes el regalo que me hiciste contándome esa rara pesadilla: ni en mil años que viva podría pagarte el orgullo de aquella tarde en que supe que mi voz podía darte ánimos. Pues bueno, todo lo que voy a decirte en las páginas siguientes no son más que repeticiones de ese único consejo una y otra vez: ten confianza. No en mí, claro, ni en ningún sabio aunque sea de los de verdad, ni en alcaldes, curas ni policías. No en dioses ni diablos, ni en máquinas, ni en banderas. Ten confianza en ti mismo. En la inteligencia que te permitirá ser mejor de lo que ya eres y en el instinto de tu amor, que te abrirá a merecer la buena compañía. Ya ves que esto no es una novela de misterio, de esas que hay que leer hasta la última página para saber quién es el criminal. Tengo tanta prisa que empiezo por descubrirte en el prólogo la última lección. Quizá sospeches que estoy tratando de comerte el coco y en cierto sentido no vas desencaminado. Verás, muchos pueblos antropófagos abren -o abrían- el cráneo de sus enemigos para comer parte de su cerebro, en un intento de apropiarse así de su sabiduría, de sus mitos y de su coraje. En este libro te estoy dando a comer algo de mi propio coco y también aprovecho para comerte un poco el tuyo. No sé si sacarás mucha pitanza de mis sesos: quizá sólo unos bocados de la experiencia de un príncipe que no todo lo aprendió en los libros. Por mi parte, quiero apropiarme a mordiscos de una buena porción del tesoro que te sobra: juventud intacta. Que nos aproveche a ambos.

TOMADO DE http://cursoslibres.usac.edu.gt/wp-content/uploads/2014/04/%C3%89TICA-PARA-AMADOR.pdf

viernes, 13 de marzo de 2015

martes, 3 de marzo de 2015

LÓGICA INFORMAL

LÓGICA INFORMAL

Lógica informal, de manera intuitiva, se refiere a los principios de la lógica y el pensamiento lógico fuera de un ambiente formal. Sin embargo, tal vez debido a la economía informal en el título, la definición precisa de la lógica informal es una cuestión de una cierta controversia. Ralph H. Johnson y J. Anthony Blair definen la lógica informal como "una rama de la lógica cuya tarea es elaborar normas no formales, criterios, procedimientos para el análisis, la interpretación, la evaluación, la crítica y la construcción de la argumentación". Esta definición refleja lo que había estado implícito en su práctica y lo que otros estaban haciendo en sus textos de lógica informal.

Lógica informal se asocia con falacias, el pensamiento crítico, el Movimiento de las habilidades del pensamiento y la investigación interdisciplinaria conocida como teoría de la argumentación. Frans H. van Eemeren escribe que la etiqueta de "lógica informal" cubre una "colección de los enfoques normativos en el estudio del razonamiento en el lenguaje ordinario que queda más cerca de la práctica de la argumentación de la lógica formal."

Definiciones propuestas
Johnson y Blair propuso la siguiente definición: "la lógica informal designa la rama de la lógica cuya misión es el desarrollo de normas no formales, criterios, procedimientos para el análisis, la interpretación, la evaluación, la crítica y la construcción de la argumentación en el discurso cotidiano." Su sentido de la no-formal se toma de Barth y Krabbe, que se explica a continuación.

Para entender la definición anterior, se debe entender "informal", que tiene su significado en contraste con su contraparte "formal." Aquí es útil recurrir a Barth y Krabbe donde se distinguen tres sentidos del término "forma". Por "form1", Barth y Krabbe significan el sentido del término que deriva de la idea platónica de la forma-la unidad metafísica última. Barth y Krabbe afirman que la lógica más tradicional es formal en este sentido. Es decir, la lógica silogística es una lógica de términos en las condiciones naturales puede ser entendida como lugar los titulares de las formas platónicas. En este primer sentido de "forma", casi toda la lógica es informal. Entender la lógica informal de esta manera sería demasiado amplio para ser útil.

Por "Form2", Barth y Krabbe significan la forma de sentencias y declaraciones como se entienden en los sistemas modernos de la lógica. Aquí validez es el foco: si las premisas son verdaderas, entonces la conclusión debe también ser verdad. Ahora validez tiene que ver con la forma lógica de la declaración de que constituye el argumento. En este sentido de "formal", la lógica más moderno y contemporáneo es "formal." Es decir, estas lógicas canonizan la noción de forma lógica, y la noción de validez desempeña el papel normativo central. En este segundo sentido de la forma, la lógica informal no-formal, ya que abandona la noción de forma lógica como la clave para la comprensión de la estructura de los argumentos, y así mismo se retira validez como norma para los fines de la evaluación del argumento. Me parece a muchos que la validez es demasiado estricto el requisito de que existen buenos argumentos en los que la conclusión es apoyada por los locales a pesar de ello no se desprende necesariamente de ellos. Un argumento en el que se cree que la conclusión de que "más allá de toda duda razonable, teniendo en cuenta las premisas" es suficiente en la ley para hacer que una persona sea sentenciada a muerte, a pesar de que no cumple con la norma de validez lógica. Este tipo de argumento, basado en la acumulación de pruebas en lugar de pura deducción, se llama un argumento conductor.

Por "Form3", Barth y Krabbe significan para referirse a "los procedimientos que de alguna manera están reguladas o reglamentadas, que se realizan de acuerdo a un conjunto de reglas." Barth y Krabbe dicen que "no defendemos formality3 de todo tipo y en cualquier circunstancia." Más bien "defendemos la tesis de que la dialéctica verbales deben tener una cierta forma para que se pueda hablar de la discusión que se gana o se pierde". En este tercer sentido de "forma", la lógica informal puede ser formal, pues no hay nada en la empresa de la lógica informal que se opone a la idea de que el discurso argumentativo debe estar sujeta a las normas, es decir, con sujeción a las normas, criterios, normas o procedimientos . Lógica informal hace las normas actuales para la evaluación del argumento, los procedimientos para la detección de los locales que faltan, etc

Johnson y Blair notó una limitación de su propia definición, en particular con respecto a "discurso cotidiano", lo que podría indicar que no trata de entender los argumentos especializados en dominios específicos realizados en las lenguas naturales. En consecuencia, han argumentado que la brecha crucial es entre argumentos formulados en lenguajes formales y las realizadas en los lenguajes naturales.

Fisher y Scriven propone una definición más abarcadora, al ver la lógica informal como "la disciplina que estudia la práctica del pensamiento crítico y proporciona su columna vertebral intelectual". Por "pensamiento crítico" se entiende "la interpretación calificada y activa y la evaluación de las observaciones y de las comunicaciones, la información y la argumentación."

Críticas
Algunos sostienen que la lógica informal no es una rama o especialidad de la lógica, o incluso la opinión de que no puede haber tal cosa como la lógica informal. Massey critica la lógica informal sobre la base de que no tiene la teoría que lo sustenta. Lógica informal, dice, requiere sistemas de clasificación detallados para organizar, lo que en otras disciplinas es proporcionada por la teoría subyacente. Sostiene que no existe un método de establecer la nulidad de un argumento aparte del método formal, y que el estudio de las falacias puede ser de más interés para otras disciplinas, como la psicología, que a la filosofía y la lógica.

Relación con el pensamiento crítico
Desde la década de 1980, la lógica informal se ha asociado e incluso equiparado, en la mente de muchos, con el pensamiento crítico. La definición precisa de "pensamiento crítico" es un tema de mucha controversia. El pensamiento crítico, según la definición de Johnson, es la evaluación de un producto intelectual en términos de sus fortalezas y debilidades. Mientras que el pensamiento crítico incluirá la evaluación de los argumentos y por lo tanto requieren habilidades de argumentación como lógica informal, el pensamiento crítico requiere habilidades adicionales no proporcionados por la lógica informal, como la capacidad de obtener y evaluar información y para aclarar el significado. Además, muchos creen que el pensamiento crítico requiere de ciertas disposiciones. Entendido de esta manera, "pensamiento crítico" es un término amplio para las actitudes y habilidades que intervienen en el análisis y la evaluación de argumentos. El movimiento de pensamiento crítico promueve el pensamiento crítico como un ideal educativo. El movimiento surgió con gran fuerza en los años 80 en América del Norte como parte de una crítica constante de la educación en cuanto a las habilidades del pensamiento no se enseñan.

Relación con la teoría de la argumentación
La práctica social, comunicativa de la argumentación puede y debe distinguirse de la implicación, una relación entre las proposiciones, y de inferencia-una actividad mental suele considerar como el dibujo de una conclusión a partir de premisas. Lógica informal puede por tanto decirse que es una lógica de la argumentación, a diferencia de la implicación y la inferencia.


Teoría de la argumentación ha llegado a ser el término que designa el estudio teórico de la argumentación. Este estudio es interdisciplinario en el sentido de que ninguna disciplina será capaz de dar una explicación completa. Una apreciación completa de la argumentación requiere puntos de vista de la lógica, la retórica, la teoría de la comunicación, la lingüística, la psicología y, cada vez más, la informática. Desde 1970, ha habido un acuerdo significativo que hay tres enfoques básicos para la teoría de la argumentación: la lógica, la retórica y la dialéctica. De acuerdo con Wenzel, las ofertas de enfoque lógico con el producto, la dialéctica con el proceso, y la retórica con el procedimiento. Por lo tanto, la lógica informal es un colaborador de esta investigación, siendo muy especialmente preocupados por las normas del argumento.

TOMADO DE: http://docsetools.com/articulos-informativos/article_63960.html
IMAGEN TOMADA DE: https://www.google.com.co/search?q=LOGICA+INFORMAL&espv=2&biw=1517&bih=693&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ei=4U72VLqRLcaNNqaHgcgH&ved=0CAcQ_AUoAQ&dpr=0.9#imgdii=_&imgrc=5RGQfpSoRK6kaM%253A%3ByCM4jG0nimoW4M%3Bhttp%253A%252F%252Fwww.proyectoafri.es%252Fffia1%252Fcd23logicasimplex%252Fmanipulacion.JPG%3Bhttp%253A%252F%252Fwww.proyectoafri.es%252Fffia1%252Fcd23logicasimplex%252Flogicainform.htm%3B436%3B328

PREGUNTAS Y PROBLEMAS FUNDAMENTALES DE LA FILOSOFÍA.

1.   
http://filosofiavegana.blogspot.com/p/preguntas-frecuentes_407.html

1.  Las preguntas existenciales.
El ser humano es una pregunta que no cesa, un asombro ante la realidad. Es un ser que se pregunta (nivel de intimidad) y que pregunta a otros (nivel de alteridad). Etimológicamente la palabra "pregunta" procede del verbo latino precontor, que significa buscar, ahondar. Y el ser humano se pregunta por muchas cosas, tratando de buscar qué son, cuál es su sentido- si es que lo tienen- cómo funcionan, para qué sirven, etc.
Pero entre todas las preguntas hay unas que tienen más importancia que las demás: son las que el ser humano se plantea para saber qué hacer con su vida y con la que comparte con los demás (familia, trabajo, escuela, ocio, pandilla, asociaciones, etc.). Si quiere vivir la vida desde sí mismo, si no quiere ser una "marioneta" dirigida por otros, si no quiere vivirla a impulsos de lo que hacen los demás, dirigido por frases hechas o por pensamientos prefabricados (prejuicios) pero sin ser él el que lleve las riendas de la misma, necesita preguntarse por su vida y por las circunstancias que forman parte de ella. Son las llamadas preguntas existenciales: aquellas en las que el ser humano se cuestiona a sí mismo, en las que cuestiona su propia existencia. Este tipo de preguntas son imprescindibles para vivir la vida personalmente.
Actividad:.¿Todas las preguntas son iguales? ¿Por qué? 

2. Pensar razonando.
El ser humano no puede vivir sin pensar. Pero pensar y razonar no es lo mismo. Se puede pensar cualquier cosa pero no se puede razonar de cualquier manera. El razonar exige adaptarse a la realidad, poniendo orden y sometiéndose a unas reglas. Buscar la verdad razonando aproxima a la realidad, le hace al ser humano ser lo más "realista" que puede llegar a ser. Un hombre, una mujer razonables serán quienes actúen prudentemente, después de haber reflexionado sobre todos los elementos que intervienen en una determinada situación.
Y la filosofía ayuda a razonar, es decir, a combinar conceptos y proposiciones, con vistas a una acción ajustada. Sólo el pensar que razona puede resolver o hacer mirar adecuadamente los problemas que se le presentan al ser humano.
Pensar razonando es, además, una actividad necesaria, no porque el ser humano tenga capacidad de razonar, ni siquiera porque sienta curiosidad: es necesario pensar razonando para lograr una certidumbre radical que le permita saber a qué atenerse en su vida. Preguntar por uno mismo: ésa es la razón de por qué y para qué filosofa el ser humano, es la tarea fundamental de la filosofía.
Y ello, a pesar de que nada teme tanto el ser humano como pensar sobre sí mismo, cuestionarse a sí mismo. Pero entonces ¿para qué pensamos? Pensamos porque somos libres, porque no nacemos programados ni por la biología ni por la sociedad, como les sucede a los animales que no necesitan pensar.
Actividad:
1.¿Es lo mismo pensar que razonar? Explícate.
2.¿Por qué razonar es una actividad necesaria?

3. Otras formas de pensamiento.
Sin embargo, los seres humanos no siempre han usado la razón para saber a qué atenerse. Hasta hace aproximadamente 2.600 años, para decidir qué es lo que iban a hacer con su vida, "pensaban", pero no lo hacían racionalmente. Su pensamiento estaba ligado a la fe, a la imaginación, al valor de la tradición (pensamiento mítico), pero no a la razón (lógos). Fueron los griegos los que, en el siglo VI a. C., comenzaron a usar ante todo la razón y, desde entonces, se confía en ella como el instrumento más idóneo para contestar adecuadamente a todas las preguntas incluidas aquellas en las que el ser humano se pregunta por sí mismo.
Actividad:
1.¿Pensamiento y razón siempre han ido de la mano? Razona tu respuesta

4. Problemas y preguntas.
4.1. El planteamiento de problemas.

Un problema es una dificultad, un asunto que se necesita resolver. El ser humano necesita pensar porque la realidad le resulta problemática. Y no es que la realidad sea problemática en sí misma, sino que es él quien la percibe como problemática.
Los problemas, explícita o implícitamente, suelen tener la forma de preguntas, aunque haya muchas preguntas que no traten de solucionar problemas. Un problema bien planteado es, en gran parte, un problema resuelto. En filosofía, la actividad de los grandes pensadores ha consistido no tanto en resolver los problemas cuanto en cambiar el planteamiento de los mismos. En general, se puede afirmar que la manera específica en que se plantea un problema está en función de las representaciones mentales que acontecen en un contexto cultural e histórico determinado.
4.2. Especificidad de los problemas filosóficos. Hay diversos tipos de problemas. Puede hablarse, por ejemplo, de problemas subjetivos- cuando lo que se trata de hacer es resolver una dificultad que le atañe a "uno mismo"- y de problemas objetivos- cuando el asunto supone una dificultad "en sí mismo"-, También puede hablarse de problemas teóricos- los que afectan al ámbito de la realidad- y prácticos- los que atañen al comportamiento- ; dentro de los teóricos: científicos, técnicos, filosóficos, etc.
Los problemas filosóficos son problemas teórico-prácticos- reflexionan sobre la realidad con vistas a orientar la acción del ser humano- que poseen tres características:
*al intentar solucionarlos se ponen en funcionamiento conceptos abstractos, es decir, no remiten a objetos materiales;
*sus posibles respuestas se implican o condicionan mutuamente;
*alcanzan dominios que conciernen a los humanos en general y a cada humano en particular.
Si cualquiera de estas características no estuviera presente, entonces no se trataría propiamente de problemas filosóficos.
 Actividad:
1.¿Problema y pregunta es lo mismo? ¿Por qué?
2. ¿Qué hace que un problema sea filosófico?
3.¿Qué diferencia hay entre un problema teórico y un problema práctico?

4.3. La filosofía pregunta siempre. La filosofía no es otra cosa que un conjunto de preguntas. El filósofo ilustrado I. Kant decía: "¿Por qué la naturaleza ha introducido en nuestra razón la pregunta y la necesidad de buscar contestación si no fuese uno de sus más importantes problemas?" Y añadía: "La pregunta se impone. Llega un momento en que ya no se puede seguir eludiendo ni permanecer en la opinión acostumbrada".
Sólo la filosofía pregunta por toda la realidad y, sobre todo, por el qué y quién es el ser humano en tanto hacedor y portador de sentido, es decir, de proyecto con finalidad para su existencia. La filosofía jamás interesaría a nadie si no fuera porque se hace preguntas que pretenden orientar la vida del ser humano: "La filosofía no sirve para nada. Para nada más que para aprende a vivir".
La filosofía surgió como esfuerzo de reflexión radical y crítica sobre los problemas fundamentales a los que el ser humano hace frente desde la infancia. A diferencia de los demás saberes, la filosofía consiste en ser camino o método de saber que renuncia a ver todo claro, pero no renuncia a preguntar.
Y las preguntas filosóficas, como en general todas aquellas preguntas que no llevan al se dice sino las que conducen al saber sobre la realidad, a la reflexión, al bien juzgar, suscitan inquietud. Para filosofar hay que ser valientes y reconocer que no se ven las cosas claras. No hay más que recordar una de las expresiones inaugurales de la filosofía, en concreto aquella de Sócrates, que afirmaban continuamente: "sólo sé que no sé nada". Y es que toda filosofía se inicia a partir de un ámbito de inseguridades, que en pequeña porción delata temor y, en gran parte, impotencia.
Actividad:
1.¿Sirve la filosofía para algo?
2.¿Qué significa la frase de Sócrates? 

4.4. Filosofía y duda.
Para algunos, la filosofía se empeña en convertir en problema lo que parece obvio y, sin embargo, sólo ella rompe el automatismo de las propias percepciones. Fue el camino que siguió, por ejemplo, Descartes que intentó construir toda su filosofía a partir de la duda: "Nada nos conduce mejor a un conocimiento cierto que el que nos acostumbremos a dudar de todas las cosas".
Sólo se puede encontrar algo si se busca continuamente, y ésta es la razón por la que la duda es tan valiosa. Si se deja de buscar, se pierde cuanto se había encontrado, y cuanto más se encuentre, más necesario es buscar. Si no se busca, ¿cómo se quiere encontrar?
La filosofía no proporciona ni la relativa seguridad que ofrece la ciencia, ni el placer que produce el arte, ni el consuelo que brinda la religión: por justificables que sean. El beneficio de la duda filosófica es el no instalarse en ella sino el indagar para superarla. La filosofía es como una doble manía divina: erótica-deseo de saber- y dialéctica- diálogo que busca-; un diálogo abierto que puede llena toda una vida: salva al ser humano al cercenar las apariencias; cuida, delimita, aclara su pensamiento, y le orienta a la hora de decidir cómo va a vivir su vida. Y es que la duda, representada por la pregunta adecuadamente formulada, proporciona los mínimos para saber qué hacer. Es mejor la duda- pues va emparentada con la pregunta-, que la afirmación, al menos la que no se demuestra. La duda conduce a la búsqueda y ésta es camino de la condición humana que abre al diálogo como virtud y a la virtud del diálogo.
La duda posee una gran eficacia, no sólo desde el punto de vista histórico sino también sistemático. Saber que no se sabe nada abre la puerta a las preguntas y a la sistematización. La obra de Descartes es un ejemplo de ello. Partiendo de la duda, una duda en este caso metódica, construye paso a paso su sistema filosófico. Realiza la tarea de los prisioneros del "mito de la caverna", que como decía Platón "se parecen a nosotros punto por punto, porque no creemos que pueda existir otra realidad que la de las sombras. Y ese es el estado de la naturaleza humana con relación a la ciencia y a la ignorancia". Se trata de la ardua tarea de ir de lo aparentemente claro a lo oculto, no a la inversa. Por eso la educación  requiere esfuerzo.
Si la duda es tan beneficiosa, ¿por qué se tiene a veces miedo a la duda y a las preguntas que le hacen a uno y a las que él mismo se hace? Porque ante las preguntas que se le hacen a uno se responde a veces con desacierto, y a las que uno se hace a sí mismo se suele responder con desconcierto. No se da la misma respuesta a la pregunta "¿qué has hecho?", que a la de "¿qué he hecho?" En ésta no hay escapatoria, porque uno se enfrenta a la propia conciencia. La seguridad es siempre más cómoda, menos inquietante. De ahí el miedo a la duda.
Actividad:
1.¿Qué sabes de la duda?

4.5. Las preguntas de la ciencia y las de la filosofía. Las ciencias formales, naturales y experimentales se basan en axiomas, en postulados, en supuestos que no se plantean y todas ellas albergan un acervo de preguntas y de respuestas. Pero las preguntas de las ciencias poseen un tope: los postulados, axiomas y supuestos sobre los que se apoyan cada una de ellas a la hora de preguntar. Sin embargo, la filosofía carece de topes. Si la ciencia dice, por ejemplo, que "los materiales se dilatan con el calor", o que "todos los cuerpos con carga negativa atraen a los de carga positiva", la filosofía puede seguir preguntando sobre esas afirmaciones: ¿son correctos los razonamientos que han llevado a esas afirmaciones?, ¿se puede afirmar de un todo lo que se ha descubierto sólo en algunas partes de ese todo, por muy frecuentes que éstas sean?, ¿en qué condiciones o qué valor poseen las afirmaciones que se realizan sobre la forma científica de razonar? (Estas preguntas plantean los dos problemas más serios del método experimental: la inducción y la verificación de hipótesis).También hay otra serie de preguntas que la filosofía se hace sobre las afirmaciones científicas, éstas más relacionadas con la puesta en práctica de los descubrimientos científicos: el hecho de que algo se pueda hacer técnicamente ¿quiere decir que se puede hacer moralmente? Se sabe, por ejemplo, cómo manipular los genes para conseguir unas determinadas características en un feto humano, pero ¿se puede hacer moralmente? Se sabe también cómo provocar físicamente un aborto, pero ¿se puede moralmente abortar?
Desde luego la filosofía no puede responder a todas esas preguntas de manera definitiva. De ahí que empiece, siga y acabe en incesante pregunta por la verdad. ¿Para qué? No para complicar la vida del ser humano, sino para aclararle, para permitirle saber qué hacer con su vida, para posibilitarle que acierte con su camino, con su vivir y con su destino: lo que no es un pretexto ni un lujo, sino una "necesidad", si se quiere vivir la vida personalmente.
Las preguntas pueden servir para recibir información sobre determinados asuntos, o para comprender problemas y contrastarlos. Es lo que ocurre en el caso de las ciencias. Pero en filosofía la pregunta llega más allá de la simple comprensión. ¿De qué manera? Clarificando los pensamientos, conduciendo hacia nuevas actitudes, valorando éxitos previos o aprendiendo de los fracasos, facilitando posibles alternativas que el preguntante encuentra en forma de respuestas libres de prejuicios. No se trata del juego gano-pierdo de la discusión, sino de la respuesta que posibilita la clarificación de la verdad que está por llegar, de la actitud que habríamos que cambiar. Decía Platón: "Al ser interrogados los hombres, si se les hace la pregunta bien, responden de por sí todo tal y como es". Por eso, se puede considerar el pensamiento filosófico no sólo como un conjunto de preguntas fundamentales, sino como el preguntar mismo.

Actividad:
1.¿Cuáles son las ciencias formales? ¿Y las experimentales?  
2. Define: axioma y postulado 

5. Las preguntas fundamentales de la filosofía.
5.1. Algunas de las preguntas de la filosofía.

El filósofo alemán I. Kant resumió la reflexión filosófica en cuatro preguntas fundamentales que, en su opinión eran las que acuciaban a todo ser humano.
La primera de ellas era ¿Qué puedo saber?. A responder a esta pregunta, que en el mundo moderno fue posiblemente el problema que con más urgencia inquietó a todos los filósofos, dedicó su obra Crítica de la Razón pura. Al margen de lo que este pensador afirmara en esa obra, es claro que al ser humano se le plantean una gran variedad de preguntas en torno al tema del conocimiento.
¿Qué relación existe entre el conocimiento sensible y el conocimiento intelectual? ¿Puede alguno de ellos llegar a conocer la realidad tal como es? ¿Cómo tiene que funcionar el pensamiento para alcanzar la verdad? ¿Existe, de hecho, la posibilidad de llegar a la verdad?
Estas preguntas, planteadas así o de otra manera, son algunas de las que se hace la filosofía relacionadas con el problema del conocimiento. A la disciplina que se ocupa de  responder a esta pregunta se le denomina epistemología (del griego episteme, que significa ciencia) o teoría del conocimiento.
La segunda de las preguntas que se hacía Kant era "¿Qué debo hacer?". Enfrentarse a ella fue el objetivo de su Crítica de la Razón práctica, una de las grandes obras en ética.
El tercer tipo de preguntas de Kant giran en torno a "¿Qué me cabe esperar?" lo trata en su Crítica del Juicio. Son preguntas relacionadas con el universo, la muerte, la nada... La disciplina que se encarga de estas preguntas es la metafísica.
Y, por último, la cuarta pregunta es una pregunta que puede ser el resumen de las otras tres: "¿Qué es el hombre?". La disciplina filosófica encargada de esta pregunta es la antropología.

Actividad:
1. Haz un cuadro relacionando la pregunta de Kant, la obra que la trata y la disciplina encargada de ella. 

5.2. Las preguntas filosóficas y el diálogo.
Cuando el ser humano se pregunta- y razona, siente y habla-, la palabra tiene el poder de construir su vida personal y la de la comunidad. Por eso, una sociedad que desprecia la pregunta y la palabra se descompone: preguntar es un acto moral que exige extrema responsabilidad.
Uno de los problemas de la sociedad actual es precisamente que se ha perdido la confianza en que las palabras reflejen la realidad de las cosas y que trata de evitar las preguntas. Los medios de comunicación han llevado a que las conversaciones, el trabajo, e incluso las clases, estén plagadas de juicios afirmativos o negativos, y pocas veces de preguntas.
Una pregunta bien formulada, si no depara contestación definitiva, conduce a ulteriores preguntas que cada vez clarifican más el problema. Y es que, al responder a ella, aparecen normalmente nuevas preguntas y problemas que no se habían conjeturado. La solución de muchos problemas sólo puede llegar, como decía Platón, "después de una larga convivencia con el problema y después de haber intimado con él".
Además, hay que tener en cuenta que preguntarse por la realidad es interpretarla y la interpretación es inevitablemente personal. La interpretación es, en un primer momento, ruptura de prejuicios o de juicios- ideas y creencias- inservibles por incompletas y, en un segundo paso, construcción de otras nuevas más adecuadas a la realidad.
Por eso, la verdadera interpretación hace que la palabra deba ser comprendida de manera plural, y abra el paso al diálogo, ya que razonar no es algo que se deba hacer en soledad, sino que se ha de "inventar" al comunicarse y confrontarse con los demás, sobre todo en la conversación, o mejor aún en el diálogo. La pluralidad concita la libertad de los seres humanos. De ahí que la realidad aparezca siempre cubierta por una pátina de interpretaciones o creencias, aunque las creencias no den soluciones definitivas sino sólo esperanzas, porque la vida es inseguridad y, a menudo, contradicción.
Si se quiere razonar adecuadamente para resolver los problemas que se le plantean al ser humano, no sólo hay que ser capaz de razonar, sino también debe desarrollarse la capacidad de dejarse convencer por las "mejores razones", vengan de donde vengan. No basta con ser racional, hay que ser razonable.
El intento de los diálogos socráticos, con los que se inaugura la actividad filosófica, no era tanto el de refutar las tesis de los interlocutores de Sócrates, como el de sacar a la luz sus malas disposiciones para tratar de sanearlas.

Actividad:
1.¿Qué relación hay entre la filosofía y el diálogo?
2. Comenta la frase: "No basta con ser racional hay que ser razonable" 

6. Cuatro problemas fundamentales en filosofía.
La filosofía se ocupa de cuatro campos de estudio que son:
a) La realidad. Las partes de la filosofía que lo tratan se denominan filosofía de la Naturaleza y Metafísica.
Los primeros filósofos eran físicos o filósofos de la naturaleza. En la actualidad seguimos intentando componer el "puzle" sobre la realidad. Seguimos recomponiendo las piezas sobre sus componentes últimos (microcosmos), pero también las de sus grandes magnitudes (macrocosmos), sus formaciones en cúmulos, galaxias, etc. Aportan datos para ello la astronomía, la física y química de partículas, etc.
Desde otra perspectiva que desemboca en la filosofía del conocimiento (epistemología), tenemos la pregunta metafísica por el Ser frente a la nada. Aportan datos la neurofisiología, la psicología, la psiquiatría, la literatura, etc.
b) El conocimiento. La parte de la filosofía que lo trata se denomina epistemología o teoría del conocimiento.
Respecto a este problema, tradicionalmente se ha producido un debate epistemológico entre empiristas y racionalistas. Los primeros sostuvieron que la experiencia sensorial era el nutriente de nuestro conocimiento, e incluso su principal limitación; ciertamente nos cuesta mucho más sostener aquello de lo que carecemos de experiencia.
Los racionalistas sostuvieron la autonomía de la razón, sin dependencias sensoriales, e incluso algunos de ellos llegaron a firmar que venimos a la existencia dotados de ideas innatas, o bien preexistentes. En el siglo XVIII Kant elaboró una síntesis de ambas posturas, según la cual poseíamos unas facultades universales que generaban elementos estructurales universales, continentes independientes de la experiencia, y por otra parte teníamos los contenidos sensoriales de la experiencia, particulares de cada ser humano. En la actualidad seguimos hablando de estructuras universales de base fisiológica, capaces de generar pensamiento, que goza de cierta autonomía respecto a la experiencia. Pero lo que han corregido Piaget o Chomsky es que los esquemas del pensamiento no son la consecuencia de la experiencia receptiva y pasiva, sino que por el contrario se requiere que un sujeto activo interactúe con un medio estimulante.
c) El ser humano. La parte de la filosofía que lo trata se denomina antropología.
Los filósofos han indagado en su naturaleza específica, diferente a otros seres vivos, frecuentemente por un interés educativo y moral, es decir querían saber del ser humano para educarlo sin violentar su ser propio y genuino, buscando su felicidad.
Hoy en día asistimos al desvelamiento del genoma humano, tras veinticinco siglos de intentos, y a la vez las ciencias sociales nos aportan datos muy interesantes sobre lo que moldea la cultura y los grupos.
Nuestro conocimiento exhaustivo del ser humano sigue siendo un reto, pero nuestra comprensión ha avanzado, en la medida en que hemos identificado variables relevantes que nos pueden ayudar en el pronóstico de su comportamiento, tradicionalmente considerado libre.
En la antropología es difícil sintetizar todas las posturas, pero podemos hacer un acercamiento proponiendo el doble planteamiento entre la concepción substancialista y la relacional. Para la concepción primera el ser humano puede considerarse individualmente, ya sea desde sus facultades racionales, espirituales, etc., ya sea desde sus dimensiones irracionales, apetitivas, inconscientes, etc. Para la otra postura el ser humano sólo se entiende desde un punto de vista sistémico, integrado en un dinamismo funcional en el cual cobra sentido su ser y sus actos, en el seno de una cultura. Desde la antropología filosófica se han aportado las concepciones abstractas del ser humano, en tanto que desde la antropología cultural se han enfocado las claves socio-culturales de su comprensión en el seno de las comunidades.
d) La felicidad.La parte de la filosofía que la trata se denomina ética o teoría moral.
Saber vivir, saber ser feliz en vida no siempre es fácil; los filósofos han vinculado el tema tanto a condiciones sociales (ética colectiva), como individuales (ética individual), pues parece que ambas dimensiones inciden en aquella búsqueda.
Algunos autores han propugnado cambios importantes en el orden social; otros han puesto el acento en las opciones que dependen de nuestras propias decisiones y han pretendido enseñarnos el arte de vivir mejor. La reflexión sobre nuestras normas, especialmente las normas morales, y los principios (valores) que las inspiran es una constante de la filosofía desde sus orígenes.
En la actualidad muchos terapeutas, médicos y otros consejeros indagan en técnicas diversas encaminadas al mismo fin, y extraen consecuencias de estas experiencias.
Respecto a la ética, el debate se entabla entre quienes consideran que la vida buena es una cuestión individual de interpretación de la realidad circundante, de "tomarse las cosas con filosofía", etc. y quienes por el contrario creen que es una cuestión social e incluso universal, de cambiar las cosas desde lo que son, desde su ser, hacia lo que deben ser, hacia su deber ser. Desde el punto de vista individual la ética se concreta en una serie de recetas terapéuticas para evitar el mal y vivir bien, lo que importa en definitiva es la felicidad individual. Pero desde el otro punto de vista la vida buena depende de las condiciones sociales, sin las cuales, por mucha meditación o mucha interpretación positiva, el ser humano no conseguirá sino un escape o una vida de evitaciones; es cuestión de cambiar el orden social y crear una situación mejor de hecho, como condición necesaria del posterior aprecio y disfrute; aquí lo que importa es la justicia, empeño que requiere soluciones que trascienden lo individual e incluso lo comunitario, porque limitarse a estos confines no garantizaría suficientemente los cambios.
Otro debate permanente se ha establecido entre las denominadas éticas materiales, propuestas morales que apuntan a algún fin concreto, un "producto final", a lo que hay que hacer y que polariza las acciones en buenas y malas, en función de que se encaminen al fin o de que se aparten, y en el otro lado del debate tendríamos las denominadas éticas formales, que prescinden de tal concreción y ponen el énfasis en los procedimientos, en el cómo y no en el qué, en el modus operandi.

Actividad:
1.Haz el esquema de este apartado 

7. Preguntas sobre la realidad.
Hemos hablado de distintas preguntas que se han hecho los filósofos. Vamos ahora a intentar entrar en una de esas preguntas, en la pregunta por la realidad.
Hay una parte de la filosofía que se plantea preguntas sobre la realidad y preguntas sobre Dios, el espacio y el tiempo, el origen y la finalidad del mundo y otros temas abstractos y muy generales como ¿cuál es la naturaleza del ser humano?,¿qué hacemos aquí?, ¿qué sentido tiene nuestra vida? La metafísica es la parte de la filosofía que reflexiona sobre la naturaleza general de las cosas y propone un conjunto organizado y razonado de respuestas acerca del mundo como totalidad. Se trata de una reflexión que va más allá de lo que se sabe y, según algunos filósofos, de lo que se puede saber. De ahí que, quizá, hacer metafísica sea pensar más allá de lo que se puede o se debe pensar.
7.1. ¿Qué es lo que existe?
Llamamos realidad a lo que existe, pero ¿cuál es su naturaleza? En general, los filósofos metafísicos se han esforzado por comprender la realidad y hacerla compatible con las ideas de pluralidad, movimiento y cambio. ¿Son reales los cambios o se trata de una simple apariencia? ¿La realidad es una o múltiple? ¿Cómo cambia la realidad?
En un extremo estarían los que defienden la existencia de un solo tipo de realidad, sea esta material o espiritual. Si solo se admite la existencia de un único tipo de realidad, la metafísica en cuestión se denominará "monista". Si se defiende la existencia de más de un tipo de realidad, hablaremos de una metafísica "pluralista".
Si se considera que la realidad es material y que, por tanto, todo lo que existe tiene las propiedades de la materia, la metafísica se llamará "materialista"; en caso contrario, hablaremos de metafísica "idealista" o "espiritualista".
Los primeros filósofos fueron principalmente metafísicos y se interesaron por estudiar el carácter de la naturaleza como un todo. Su reflexión les llevó a plantearse el origen del mundo, su esencia y los cambios observables. Algunos filósofos afirmaron que lo que existe fue creado; otros, que existe desde siempre. Algunos pensaron que la pluralidad y diversidad de las cosas que existen en el mundo es más aparente que real, y que toda esa pluralidad está formada, bien por una única sustancia o componente último de las cosas, bien por la combinación de unas pocas sustancias. Algunos razonaron que la pluralidad y diversidad, el cambio y el movimiento son imposibles y, por tanto, que todo lo que vemos con nuestros ojos no es real. Otros, en fin, trataron de hacer compatibles las exigencias de la razón y los datos sensoriales.
Hay explicaciones metafísicas, como la de René Descartes (1596-1650), que admiten la existencia simultánea de realidades espirituales (el alma humana, Dios) y materiales (los objetos físicos). En este sistema, el ser humano sería un compuesto de alma y cuerpo.
Otros metafísicos, como George Berkeley (1685-1753), solo admiten la realidad espiritual.
Para Baruch Spinoza (1632-1677), solo hay una realidad infinita y eterna (el espíritu o la materia) a la que puede llamarse "Dios" o "Naturaleza".
Así pues, la metafísica encamina el pensamiento hacia temas que están más allá de lo que puede comprobarse, ya que aborda asuntos inobservables, en donde no cabe experimentación alguna. No obstante, si la razón se mantuviese en los estrictos límites de la experiencia o de las ciencias no podría responder a ninguna de las preguntas que nos planteamos sobre la existencia, la vida y la muerte, dios o el ser humano. De ahí que, para muchos filósofos, la metafísica sea la piedra angular de la filosofía.

Actividad:
1.¿Qué sabes del monismo? ¿Y del pluralismo?
2. ¿Qué sabes de las metafísicas materialistas?
3.¿Y de las espiritualistas o idealistas?
4. ¿Cuál es la idea fundamental de Descartes? ¿Y de Spinoza? 

7.2. ¿Por qué existe algo en lugar de nada?
Esta es la pregunta metafísica definitiva: ¿por qué existen las cosas? Con ella se trata de alcanzar la razón última de la existencia de la realidad. Esta pretensión se construye sobre la idea de que todo lo que existe y todo lo que sucede ha de tener una razón de ser que lo explique. Quizá esta demanda de razones- el llamado "principio de razón suficiente"- sea una exigencia inevitable de la razón humana.
Si todo tiene una razón y no hay evento sin causa- el llamado "principio de causalidad"- preguntarse por la causa de la existencia es preguntarse por la causa de la causa, y así sucesivamente, hasta remontarnos, si ello es posible, a la causa de todas las causas, a una causalidad o razón de ser última.
Esta potencialidad del principio de razón suficiente es lo que hace tan difícil restringir su uso a los hechos observables y lo que explica el salto desde la física a la metafísica. La razón metafísica se remonta hacia el fundamento último de las cosas para buscar el origen y la causa primera de todo y esto a veces lleva a la teología natural o racional.

Actividad:
1.¿Qué es el principio de razón suficiente?
2.¿Y el de la causalidad?

7.3. ¿Existe Dios?
Según la metafísica tradicional, la razón de ser, causa última y soporte del universo, es Dios. Pero ¿existe Dios? La idea de Dios puede ser pensada y no contiene ninguna contradicción interna, Es más, como apuntó I. Kant(1724-1804), es una idea que resulta, por así decirlo, del uso de la razón. Pero, lógicamente, no se puede confundir "pensar" con "conocer", ni deducir la existencia de algo a partir de su idea, a pesar de que esta no sea contradictoria en sí misma.
El tema de la existencia de Dios es otro de los grandes problemas metafísicos. Y la respuesta a este problema depende de lo que se entienda por Dios. ¿De qué estamos hablando cuando hablamos de Dios? En este asunto no hay una única respuesta ni tampoco la suficiente unanimidad como para poder dar el tema por zanjado.
Aunque, en general se ha defendido que Dios es alguien diferente o algo más que la totalidad del Universo, a veces se identifica a Dios con el universo como si se tratase de dos formas distintas de hablar de lo mismo. Estamos ante la posición denominada "panteísmo" (todo es Dios). Desde esta óptica, Dios no es un ser ajeno al Universo o distinto de este. Todo lo que existe es una única sustancia, llámese "Dios" (naturaleza que crea) o "Universo" (naturaleza creada). Entre los filósofos panteístas tenemos a Spinoza (1632-1677), para quien Dios no es un ser personal, que recibe plegarias, castiga o premia a los humanos y realiza milagros. Para Spinoza, Dios se confunde con la naturaleza eterna (deus sive natura).
La idea que defiende la existencia de una sustancia sobrenatural de carácter espiritual que creó el mundo y se ocupa de él se denomina "teísmo". El teísmo, en principio, es una posición religiosa, pero fue compartida por la mayoría de filósofos del Occidente cristiano. Sin embargo, a partir del siglo XVII, con los avances científicos de la modernidad y la progresiva liberalización de la razón frente a la autoridad de la Iglesia, el teísmo entró en crisis, al menos en los ambientes intelectuales de la época. Muchos filósofos comenzaron a defender una religión natural y una moral independiente de tutelas eclesiásticas. Su posición se denominó "deísmo". Los deístas no negaban la existencia de un creador del universo, pero sí se manifestaron contrarios a las intervenciones divinas que explica la Biblia, que consideraron meras supersticiones. El filósofo Voltaire (1694-1778) constituye un modelo de intelectual deísta.
En la modernidad también hubo filósofos ateos. El "ateísmo"sostiene que no hay Dios en absoluto, aunque los pensadores que mencionaremos dirigían sus ataques contra el Dios cristiano de la tradición occidental y contra los teístas, en general.
Fueron ateos algunos ilustrados como Denis Diderot, el barón d´Holbach, Julien de La Mettrie o Jean le Rondd´Alembert, todos ellos del siglo XVIII y, posteriormente, Ludwig Feuerbach (1804- 1872), Karl Marx (1818-1888) y el que quizá sea el ateo más combativo de la historia del pensamiento, Friedrich Nietzsche(1844-1900). También los existencialistas Jean- Paul Sartre (1905-1980) y Albert Camus(1913-1960) y uno de los más importantes filósofos del siglo XX, Bertrand Russell(1872-1970), se manifestaron abiertamente ateos y criticaron las ideas de Dios y del alma inmortal.
Otro de los filósofos más influyentes de la modernidad fue David Hume (1711-1776). Hume era escéptico y, en relación con nuestro tema, adoptó una posición coherente con su escepticismo: criticó las pruebas de la existencia de Dios y pensó que tales pruebas no podían sacarle de dudas. En consecuencia, sembró el terreno para el agnosticismo. El agnosticismo sostiene que no tenemos ninguna razón que permita decantarnos a favor o en contra de la existencia de Dios. Algo similar logró Inmanuel Kant (1724-1804) con sus obras. A partir de su "Crítica de la razón pura" quedó demostrada la falta de solvencia de los argumentos a favor de la existencia de Dios.
Si la razón no puede demostrar nada, solo queda el camino del agnosticismo o bien la afirmación de la fe como única vía para adquirir certeza sobre la existencia de Dios. Esta última es la actitud fideísta. El fideísmo sostiene que los argumentos racionales son innecesarios en un tema que se apoya en la experiencia religiosa y no en la filosofía.

Actividad:
1.¿Qué sabes del panteísmo? ¿Y del teísmo? 
2.¿Y del deísmo?
3.¿Y del agnosticismo?
4.¿Y del ateísmo?
5.¿Y del fideísmo?


7.4. ¿Existe el alma humana?
Algunos sistemas metafísicos han defendido que, además del mundo físico y, eventualmente, de Dios, la realidad incluye sustancias espirituales como el alma de las personas. En estos sistemas, el alma es considerada la sede del intelecto y la voluntad; gracias al alma, el ser humano sabe lo que quiere y puede elegir libremente.
El alma, en las versiones más antiguas, es lo que da vida a los cuerpos, lo que les anima y mantiene activos. Este fue el sentido que recogió Aristóteles en sus obras. Para Aristóteles (384-322 a.de C.), "alma" significa "principio de vida", de modo que, por definición, todo ser viviente, y no solo los seres humanos, tiene alma. El alma, para Aristóteles, es la forma del cuerpo, es decir, el principio organizativo y la manera especial de comportarse que tiene cada cuerpo. De ahí que constituya con el cuerpo una unidad y sea inseparable de él. El alma en Aristóteles puede ser simplemente vegetativa (propia de las plantas, animales y humanos), sensitiva (propia de los animales y humanos) y racional (propia de los humanos). En este planteamiento, el alma no tiene por qué ser espiritual; podría ser, en términos actuales, una cadena de ADN, encargada de mantener con vida a los seres vivos y proporcionar a cada uno de ellos su peculiar "manera de ser".
Sin embargo, sobre todo a partir de la Edad Media, cuando se dice que el ser humano tiene alma, generalmente se quiere decir algo más, o algo distinto, a lo que defendía Aristóteles. En general, se quiere decir que, además de vida, sensación y razón, el ser humano posee un componente inmaterial que le singulariza y que es inmortal. En otras palabras, el alma es considerada la parte no material y esencial del ser humano; está temporalmente unida al cuerpo y no puede morir. Del alma depende todo aquello que distingue al ser humano del resto de cosas del Universo: su capacidad para pensar, su voluntad para actuar, su moralidad para juzgar. Del alma dependen también la conciencia de las cosas y la conciencia de uno mismo. Esta concepción del ser humano, defendida por Platón (428-347 a.de C.) y R. Descartes (1596-1650), entre otros, se conoce como dualismo y es una de las más influyentes en nuestra cultura.
Pero sin ir tan lejos, también la moderna filosofía de la mente distingue en el ser humano una realidad física (constituida por el cuerpo y su cerebro) y una realidad mental (constituida por las experiencias, pensamientos y sentimientos de cada persona), aunque no todo los filósofos de la mente pretenden que mente y cerebro sean sustancias distintas como afirman los dualistas.
El fisicalismo sostiene que los humanos, y naturalmente otros animales, estamos hechos únicamente de materia. ¿Y qué son, pues, los fenómenos, procesos o estados mentales? ¿Qué es el dolor, por ejemplo? Según los fisicalistas reduccionistas los estados mentales no existen. Un estado mental es solo un estado físico del cerebro. Lo que llamamos "dolor" es la excitación de determinadas neuronas, pero expresado en una forma popular, nada científica, de hablar.
Según los fisicalistas no reduccionistas los estados mentales sí existen, pero dependen de estados físicos del cerebro. Los estados mentales no existirían sin objetos y estados físicos, pero no son estados físicos. Los estados mentales son propiedades de un objeto físico, el cerebro, pero no reducibles a sus estados físicos. Son algo nuevo. La excitación de determinadas neuronas acontece cada vez que se experimenta dolor, pero el dolor no es lo mismo que la excitación de las neuronas.
Según la teoría del doble aspecto, los procesos mentales son idénticos a los procesos físicos, son dos aspectos o dos maneras distintas de hablar de lo mismo. El dolor es la excitación de determinadas neuronas, pero mientras que el dolor se experimenta subjetivamente "desde dentro", la excitación de las neuronas se observa objetivamente "desde fuera". Según la teoría del doble aspecto, los fenómenos mentales ocurren en el cerebro, pero no son solo procesos físicos del cerebro. Esto significa que las neuronas tienen propiedades físicas, por su gran actividad química y eléctrica, pero producen también estados mentales, como el dolor o el deseo de comer, que tienen propiedades mentales. Las propiedades mentales, sin embargo, no son reducibles a propiedades físicas.

Actividad:
1.¿Qué es el alma para Aristóteles?
2.¿Qué sabes del dualismo?
3. ¿Qué opinión se tenía del alma en la Edad Media?
4. ¿Qué sabes del fisicalismo?
5.¿Y de la teoría del doble aspecto?


7.5.¿Es posible la libertad de la voluntad?
El alma y la mente humanas se han utilizado tradicionalmente como explicaciones de lo que los humanos somos y podemos hacer, y se las ha considerado como sede del intelecto y la voluntad. Y dado que los humanos poseemos la experiencia íntima de obrar, a veces, con voluntad libre, se nos ha caracterizado como seres libres. Así, al hablar de la libertad, nos referimos a la capacidad de la voluntad humana para actuar en la dirección elegida, elegir en qué dirección actuar. Y, precisamente porque creemos que tenemos esta capacidad, los seres humanos nos sentimos responsables de nuestras acciones.
Esta caracterización de la voluntad ha sido, sin embargo, discutida por el determinismo. El determinismo sostiene que todo evento del universo tiene una causa. Así pues, y dado que el determinismo es una teoría casi tan aceptable como el hecho de la libertad de la voluntad, el determinismo ha parecido incompatible con la libertad. Este conflicto es el llamado "problema de la libertad": si el determinismo es verdadero, la experiencia de la libertad es una ilusión, y, por el contrario, si no es ilusoria, el determinismo es falso.

Actividad:
1.¿Somos libres? Razona tu respuesta.

PARA PENSAR:
1.¿Cuáles de los siguientes conceptos te parecen de interés para la metafísica? ¿Por qué?
-el electrón- la existencia- la energía- lo incognoscible- la causa- la ecología.
2.Explica el significado de la frase siguiente: "El alma es la ilusión de creernos inmortales".
3. ¿Te parece razonable que Dios exista? ¿Por qué?
4. ¿Qué diferencia te parece que existe entre un ateo y un agnóstico? ¿Cuál de las dos posturas te parece más razonable?
5. ¿Por qué necesitamos creer que somos libres? ¿O no lo necesitamos? Argumenta cuál es tu posición al respecto.
6.En el siguiente texto sustituye los espacios en blanco por la opción que consideres más adecuada en cada caso.
"Claramente la metafísica siempre ha renacido a pesar de todos los obstáculos que se le han opuesto y no hay duda de que lo seguirá haciendo. Pero ¿cuál es la razón?, ¿por qué sucede que a pesar de todos los ataques y vicisitudes que ha sufrido a través de su historia no sólo (a:....) sino que frecuentemente surge con nuevo vigor? Una respuesta bien conocida a esta pregunta es que la metafísica es una disposición natural del (b.....). Como nos dice Kant en sus Prolegómenos: "Que el espíritu humano abandone alguna vez las especulaciones metafísicas tiene tan poca probabilidad como que dejemos de respirar por completo, para no respirar aire impuro". Aun cuando lo que consigamos con la metafísica sea algo (c:.....) no la podemos abandonar. Y no la podemos abandonar precisamente porque las cuestiones que se plantean en la (d:...) son las cuestiones más fundamentales que se pueden plantear, pues tienen que ver con el (e....) mismo de nuestra experiencia. Abandonarlas es impensable, aun cuando nunca encontremos soluciones completamente satisfactorias para ellas" (Jorge J. E. Gracia. Concepciones de la metafísica. 1998)
a. reluce, renace, resume, reorienta.
b. ser humano, filósofo, cerebro, animal.
c. desconocido, indeseable, verdadero, previsible.
d. universidad, mente, ciencia, metafísica.
e. secreto, tema, fundamento, abismo.
7. Busca en la siguiente sopa de letras QUINCE palabras fundamentales en este tema

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8.Intenta adivinar el nombre de los filósofos que esconden estos jeroglíficos escritos. Después busca información sobre cada uno de ellos y sitúalos cronológicamente:
a)Disco de cerámica empleado para comer¬ + Decimocuarta letra del abecedario español.
b) Masa de agua salada que cubre una gran parte de la superficie terrestre + Diez (números romanos).


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